martes, 29 de mayo de 2007

NOSOTROS EN EL OTRO


Una de las mayores fuentes de confusión en nuestras relaciones con otras personas consiste en que la conciencia que tenemos de nosotros mismos no coincide con la forma bajo la cual los otros nos observan.

No se trata de que las personas con quienes tratamos no sepan comprendernos, sino que somos nosotros los que no comprendemos el modo en que las otras personas nos contemplan y nos sienten.

Tampoco se trata de hacer entender a quienes conocemos el modo en que nosotros somos.

Uno de los principales aspectos que constituyen nuestra imagen en el otro es el papel que desempeñamos ante él, si somos padre, madre, pareja, colega de trabajo, amigo, amante, un profesional de una profesión dada, un objeto de deseo o un objeto de compasión o de cualquier otro sentimiento, un consejero, una imagen a imitar, un hermano, hijo, confidente, mentor, etc. Muchas veces para determinadas personas el papel en que nos sitúan va cargado con unas determinadas expectativas y antecedentes, y unos determinados motivos sentimentales que superan en mucho tanto nuestras obras como nuestra capacidad de maniobra.

1 comentario:

Carmen dijo...

A veces, aún entendiendo a la perfección todo ese planteamiento es inevitable sentirse perdido emocionalmente.
Si ahora pusiera música de Antony and the Johnsons (y sin necesidad de ella) podría ahogarme con él en lo que he denominado su estilo musical "el abismo emocional de Antony"

buen martes (soleado)