skip to main |
skip to sidebar
HABLÁNDOSE A UNO MISMO
Hablándose a uno mismo a veces se pretende hablar a alguien más: diálogos ilusorios que son diálogos imposibles. Quien habla a otro, a veces se habla a sí mismo. Contarle a alguien tus problemas es un modo de comprenderlos. También contar tus problemas a un confidente crea una nueva situación con ese confidente.
Hay que considerar que quien te habla se puede estar hablando a sí mismo. Puede ser que en ese preciso momento se esté contando a sí mismo cosas que necesita escuchar. Al enunciarlas por primera vez quizá las comprenda también por vez primera. Tu mera presencia será entonces un buen consejo.
Cuando le hables a alguien atiende a la persona a quien le hablas. No permites que tus palabras te emborrachen. Conserva la lucidez suficiente como para observar cómo te escuchan y quién te escucha. Por muy ingeniosas, buenas y justas que sean tus palabras, no exijas atención ni pretendas imponer tu rollo sobre nadie.
1 comentario:
A veces pasa, ¿no? Tengo un amigo que me cuenta sus cosas, no para que yo le de consejos ni por afán narcisista, sino porque -dice- así ordena sus ideas y a veces, sus sentimientos. Yo prefiero oir y callar a no tener nada que decir y mover los labios con palabras vacías adentro. Porque a veces los dramas de los otros no son incomprensibles, sino simplemente inasibles. En fin, cada vez que te leo, me haces pensar un rato. Gracias por publicar tus ideas.
Publicar un comentario