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Libros como postres lácteos
El otro día charlábamos algunos amigos en el vestíbulo de la YogaSala acerca de este libro. Hablábamos de que siendo los libros supuestamente imperecederos o, al menos a largo plazo, se los trata en el mercado como si fueran cualquier comestible, como yugures que se retiran a los veinte días de las librerías, como si tuvieran fecha de caducidad. José Antonio Montano me sugería la posibilidad de publicar mis textos en la web. Voy a comenzar con este libro a ver qué pasa. Cada momento histórico tiene sus tecnologías, sus novedades y sus caducidades. Y luego está lo tradicional que también tiene su valor y su gracia. La escritura hoy por hoy está en este trance a medio camino entre la cocina de vanguardia y los platos de la abuela. Los libros en papel tienen su encanto pero tienen que convivir con estos otros medios tecnológicos que, por estricta utilidad y pragmatismo los hubieran exterminado. Pero no es así, y más bien los fomentan. Interesante paradoja. Veremos qué sucede en este caso.
[Foto: Libros-Paisaje de Gómez Losada]
3 comentarios:
un abrazo joaquín, me siento agradecido por tu cariño y custodia artística.
miguel :)
Ídem de ídem :-) Animo con el proyecto: me huele que tendrá repercusión.
Montano, te veo muy optimista, lo cual no sé si va con tu personaje. En cualquier caso, como los revolucionarios, tenemos poco que perder y todo por ganar.
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