jueves, 29 de noviembre de 2007

UN SOLO SER


La humanidad entera es un solo ser. La realidad entera es un solo ser. Todo se unifica por el lado de la conciencia.

La tristeza, la confusión y el egoísmo son distracciones que nos impiden apreciar este hecho fundamental. No basta con creérselo. Hay que conocerlo y experimentarlo por uno mismo. Las conciencias que profundizan y se abisman en el conocimiento de sí mismas alcanzan finalmente la unión con todos y con todo.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

LA ARMONÍA DE LA PERSONA RESPECTO AL ORDEN NATURAL DE LAS COSAS


En ocasiones, guiados por nuestros conceptos y nuestras ideas preconcebidas, nos lanzamos como ciegos a violentar el orden natural de las cosas. Generamos entonces conflictos dentro de nosotros mismos, con los otros y con la realidad toda.

Las acciones y sucesos desde pasado hasta el presente han desembocado en este ahora.

Existe un orden natural de las cosas y existe un lugar natural para nosotros dentro de ese orden. A veces, en nuestra distracción nos cuesta trabajo tomar conciencia y armonizarnos. Pero aunque en principio seamos incapaces de ver esa armonía, la armonía existe. Nuestra tarea consiste en descubrir cuál es el orden natural de las cosas y cuál es nuestro lugar y nuestra función dentro de ese orden.

Si queremos, a esa armonía podemos llamarla felicidad. Es de extrema importancia alcanzar esa felicidad que va más allá de la simple satisfacción.

martes, 27 de noviembre de 2007

LA COSTUMBRE DE LA FELICIDAD


Si ya resulta conocida la costumbre de la complicación mental, la tristeza y la soledad, también conviene acostumbrarse a la felicidad y a ser querido. El aspecto luminoso de la realidad es también verdadero.

domingo, 25 de noviembre de 2007

LA VENTAJA DE NO EXISTIR


El barullo de la mente, los conflictos y los roces con las otras personas, los miedos y las preocupaciones... todo ello desaparece cuando se tiene la ventaja de no existir.

Somos. Las cosas son y acontecen. Pero no tenemos por qué empeñarnos en afirmar a cada paso nuestra propia existencia y la existencia de todo aquello en lo que creemos y que amamos.

viernes, 23 de noviembre de 2007

NUESTROS DÍAS Y MÁS


No es sabio pretender el abandono de sí en pos de la sabiduría o de la generosidad. Más sensato parece el ascender desde el propio cuidado hacia el cuidado de todo y de todos. Es un objetivo loable la búsqueda de la felicidad sin lastimar y sin lastimarse en el intento de alcanzarla o mantenerla.

Cada cual tiene su historia y sus circunstancias. Pero es necesario saber que somos algo más que una historia y unas circunstancias. Con ese algo más que somos, ese algo más que está libre de las condiciones, hemos de proseguir la búsqueda.

Pero si queremos continuar la búsqueda es necesario alcanzar la calma y la paz en cada día.

jueves, 22 de noviembre de 2007

SIN EXPERIENCIA NI APRENDIZAJE


No quieras sacar provecho a los momentos, me aconsejó una vez una rosa al contemplarla. Le hice caso, y desde entonces mucha ha sido mi ganancia sin querer ganar nada.

Para vivir plenamente cada instante no ha de quererse aplicar en él la experiencia de lo ya sabido. Ni tampoco ha de robarse el momento para guardarlo como experiencia para lo futuro.

Sin experiencia ni aprendizaje se vive por fin el momento tal cual es.

martes, 20 de noviembre de 2007

SOMOS NUESTROS ERRORES


Madurado el fruto tardío puede saborearse. Han hecho falta los largos días del estío. Y aún los últimos calores del otoño.

Bien que nos gustaría sentarnos para aprender bien la lección y luego poder ejercitarla. De tal modo, alcanzada la sabiduría, no existirían los errores.

Pero las cosas no son así en esta vida. No aprendemos al principio del camino, sino que aprendemos durante el camino, saliéndonos de las trochas, yendo a parar a las barranqueras y a los bordes mismos de los precipicios, enredándonos en los matojos de espinos, perdiendo la pista y dando rodeos.

No nos gusta equivocarnos, no nos gusta herir y ser heridos. Pero el error doliente es campana cuyo sonido nos orienta en la senda nocturna.

Hay muchas veces que no estamos del todo seguros de nuestras decisiones. Las tomamos con incomodidad y con inseguridad. No nos dejamos armonizar, queremos imponer nuestra voluntad, aunque no la sepamos ni cierta ni errada. Si no obedecemos al corazón ¿a quién obedecemos entonces?

¿Por qué seguimos un trayecto o un itinerario? ¿Qué es lo que hay al principio del camino y por qué no nos quedamos allí? ¿Qué es lo que hay al final del camino y por qué no estamos allí desde el principio?

Somos ese itinerario que transita de principio a principio, y de fin a fin.

sábado, 17 de noviembre de 2007

LA MEMORIA DE LA PIEL


El mundo nos roza la piel a cada instante. Siempre. La roza con caricias, con ramas al caminar por los campos y jardines, la roza con viento y con luz, la roza con amor...

Estamos tan poco acostumbrados al amor y la felicidad, que cuando llega, no lo reconocemos.

Igual que cuando tenemos una herida, creemos que el mundo nos roza la piel sólo cuando nos duele. Pero no es así. Nos roza siempre.

El cuerpo reacciona a los movimientos, a los propios y a los del mundo donde habita.

Igual que un perfume o un sabor evoca en nosotros escenas y emociones de tiempos ya vividos, así también la piel tiene su memoria. En cada centímetro de nuestra piel se encierran largas líneas de memoria y de recuerdo.

martes, 13 de noviembre de 2007

CAPRICHOS Y OPTIMISMO


La vida no se puede contemplar a tan grandes rasgos, a modo de biografía o de días venideros. Ahí, en esas figuraciones tan extensas uno se pierde. En cualquier caso, ¿qué es la vida?

Sin embargo, la realidad cacho a cacho tiene aspecto verdaderamente deliciosos.

Uno disfruta mucho de un rato de conversación o de una reunión de familia o de amigos, donde brota espontánea la broma y la risa.

Soledad, cosmos, vida o muerte, tales juguetes de la mente o especulaciones son contempladas por muchos como un asunto más entre otros muchos con que entretenerse, en fin, un mero capricho.

Tenemos el automatismo de adoptar una pose solemne cada vez que se habla o se piensa acerca de tales asuntos gruesos. Pero también tenemos la sensatez del humor y del chiste.

En el fondo es lo mismo. Solemnidad y humor pueden ser instrumentos de sabiduría. Y también pueden ser humo en que extraviemos nuestro olfato y nuestros ojos, y así perder la senda hacia la frescura alegre de la realidad.

Las grandes fórmulas verbales y las ocurrencias afortunadas festejan el ingenio y el talento. Luego, instante a instante, y paso a paso, llegamos a la realidad misma.

¿Desde dónde puedo juzgar la confusión de la mente? ¿Desde dónde puedo juzgar la realidad?

A cada peldaño que asciendo a lo largo de mis días miro hacia atrás y juzgo con autoridad la confusión y los errores del pasado. Luego, aplacada la soberbia del presente, me pregunto en qué errores y en qué clase de confusión me hallo ahora, sin dejar tal tarea para más adelante.

domingo, 11 de noviembre de 2007

AZARES


Nuestras vidas cotidianas transcurren entre el empeño de alcanzar más y el afán de conservar lo que ya tenemos.

Tenemos la ilusión de la permanencia. Nos forjamos conceptos estables de las personas, los hechos, las circunstancias y las cosas. Pero hechos, personas, circunstancias y cosas pasan sin darnos siquiera tiempo a rectificar nuestras opiniones.

Por rápido que funcione nuestro cerebro, la realidad le lleva la delantera.

Los sucesos que nos acaecen no avisan. Se nos presentan simplemente. No nos dan siquiera tiempo a trazar plantes previos o bosquejos. Y luego desaparecen con la misma celeridad.

Nos dedicamos a estudiar, a ejercitarnos, a ponernos a prueba para prepararnos para la vida, sin reparar en que la preparación para la vida es ya la vida misma.

Trazamos planes de futuro, pero tampoco somos videntes ni adivinos. Y por mucho que queramos prever el futuro, luego las cosas resultan ser de otro modo distinto.

Las cosas siempre son de otro modo. Este modo de ahora. El mismo modo.

Me siento y bebo té। Hoy el día está pasando muy deprisa.

sábado, 10 de noviembre de 2007

POR LA TOLERANCIA Y EN CONTRA DE LA TOLERANCIA


La palabra “tolerancia” evoca un significado claramente deseable para muchas personas. Evoca amplios sentimientos de generosidad de carácter y armonía de temperamentos.

Pero ¿tenemos realmente la posibilidad de tolerarle algo a alguien? ¿Quién soy yo el que tolera o no tolera, el que acepta o rechaza?

Tal vez deberíamos alcanzar primero la posibilidad de aceptarnos a nosotros mismos, de ser generosos y buenos y comprensivos con uno mismo।

jueves, 8 de noviembre de 2007

UNIÓN Y DIFERENCIA


Lo que vale para mí no necesariamente ha de valer para otros. Me refiero a las sugerencias, a las orientaciones y las máximas.

No se trata de que cada uno de nosotros estemos en diferentes puntos del camino. Sino que cada uno de nosotros estamos en diferentes puntos de diferentes caminos.

Aunque eso sí, bien puede ocurrir que —utilizando una metáfora de fácil visualización— se traten los diferentes caminos de radios que converjan en un mismo centro.

Así que lo que uno se propone a sí mismo como bueno y deseable no ha de ser necesariamente propuesto a los otros. Y, mucho menos, puede ser exigido a las otras personas. Y lo que vemos como bueno en otras personas no ha de ser necesariamente un modelo para nosotros mismos. Debemos comprender que cada persona sigue su propio curso y está en el lugar concreto en que se halla. No en otro sitio ilusorio.

Comprendiendo esta diferencia entre las situaciones diversas en que se encuentran las personas, es más llevadera la armonía, la conciencia y la unión entre las personas.

Sin divergencia no es posible la unión. ¿Por qué habrían de unirse seres que son lo mismo y están en el mismo sitio?

Es necesario comprender el significado de la divergencia, de la diferencia y de la separación respecto al origen y los objetivos. Tenemos objetivos precisamente porque no los hemos alcanzado todavía.

Lo que se alcanzan son los logros que, a fin de cuentas, son ya memoria y pasto del olvido.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

JUECES DEL VACÍO


Qué gran error si ya he alcanzado una sabiduría, una inteligencia o una virtud que me da derecho a juzgar a las otras personas y también a inculparme a mí mismo. ¿Qué clase de verdad es esa que no conduce a la calidez del cariño y el amor?

Más vale entonces volver al principio. Empezar de nuevo cada día es mi tarea.

lunes, 5 de noviembre de 2007

MÁS LEJOS


Las ambiciones espirituales son las más difíciles de satisfacer. Y no por ser espirituales dejan de ser ambiciones.

Quiero ir más allá. Necesito un aumento. Quiero transformarme a mí mismo. Nada me satisface. Todo esto me digo.

Sí. Quiero ir más allá, pero tendré que ir yo mismo, y no como un ser celeste, sino como ser humano, con problemas intestinales, olores, sudores, dolores de espalda y con los pellejos cada vez más arrugados.

Queremos alcanzar objetivos más elevados, escapar de los problemas mezquinos que nos afligen, tener una comprensión más clara de las cosas, huir del aturdimiento. Bien, de acuerdo. Pero esto tendrá que hacerlo uno mismo, paso a paso, bregando a través de uno mismo a cada instante.

Y sin embargo, anhelamos un poco de maravilla y de magia.

Deseamos escapar de lo mostrenco y de lo ordinario, porque nos parece demasiado mundano y vil si lo comparamos con nuestros elevadísimos intereses espirituales. Pero tampoco tenemos demasiado claro en qué consisten estos intereses espirituales. Acaso son meras ilusiones vaporosas, más ilusorias que otras ilusiones que llamamos pedestres y terrenales.

Volvemos una y otra vez a la realidad misma. Y no tenemos más remedio. Pues la realidad grita. Grita en forma de niños que alimentar y a quienes cambiarles los pañales. Grita en forma de despertador, para ir al trabajo. Grita en forma de claxon en mitad de un atasco. Berrea en forma de llanto o discusión. Ladra en la figura de un perro hambriento. Aúlla en forma de mar embravecido y en forma de viento tempestuoso o de tormenta.

domingo, 4 de noviembre de 2007

DE LA VERDAD GARANTIZADA COMO MURO QUE NOS IMPIDE CONTEMPLAR LA VERDAD MISMA


Aunque sea cierto esa gran verdad que anuda la mente, aunque su certeza esté garantizada, puede convertirse en un muro que nos impide alcanzar la realidad misma.

Queremos la verdad a cachos o en pedazos, frases o máximas de verdad, normas o principios, ideas o ideales, en fin, meras muletas o comodines para nuestra pereza mental.

A veces estas grandes verdades nos han sido donadas por otras personas. Otras veces creemos que son cosa nuestra. Lo mismo da. Nunca podemos dar una lección por concluida, nunca podemos decir a esto no debo de prestar atención, pues ya lo conozco. ¿Qué conozco? Una pequeña receta mental. En realidad, nada. No es necesario caer en la adoración de las frases o palabras. Pero a las palabras hay que cuidarlas. La realidad no puede ser encerrada o conjurada en palabras. Pero las palabras pertenecen también a la realidad misma.

La santidad de las palabras y las cosas tiene la importancia de nuestra actitud atenta ante ellas.

Las palabras no encierran ningún secreto, sino que somos nosotros los que nos cerramos a los secretos de las palabras.

La palabra debe de ser pronunciada una y otra vez con verdadera atención, de tal modo acaba destilando su poder.

sábado, 3 de noviembre de 2007

DE LA GIMNÁSTICA MORAL


El mundo no es un pabellón para que ejercitemos en él nuestra bondad y nuestras normas. Las personas no son cancha donde ejercer nuestra buena voluntad y nuestra compasión. En vez acometer una acción pensando en la buena que es nuestra acción y en lo buenos que somos nosotros, mejor sería tal vez abrir un poco los ojos y prestar verdadera atención a aquellas personas con quienes tratamos.

viernes, 2 de noviembre de 2007

MUNDO II


El mundo es mi maestro, dicen. Y a lo mejor es verdad. Pero las cosas de este mundo no suceden para así darnos una lección. Las cosas no suceden para mí. Simplemente suceden, y eso basta.

Pero tampoco es mala cosa atender a las cosas del mundo como si cada suceso fuera una auténtica lección, cada día, cada instante. La lección del viento y la lección del sol en un día en el campo. La lección de la conversación en sociedad. La lección del trabajo y la lección del placer.

jueves, 1 de noviembre de 2007

AHORA


Es el tiempo desde donde se trazan los planes de futuro, o se hace el recuento del pasado, del pasado que fue ahora, del futuro que es fantasía, que es fantasía ahora mismo como ahora mismo es el pasado no más que una ilusión.

El pasado y el futuro son necesarios para la oficina de la mente. Pero hay que tener en cuenta qué es el presente. No es sensato regodearse en lo vivido cuando hay pérdida de lo que ahora se vive. Vivir en el recuerdo es vivir con retraso. Vivir en las ilusiones de futuro, por y para las ilusiones de futuro, es no avanzar paso a paso hacia la realización, es, a fin de cuentas, no vivir.